🧬 Heridas que se heredan: lo que no se dice también se transmite

5 dic 2025
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Artículo originalmente publicado en nuestro Substack. Suscríbete y recibirás artículos similares en tu buzón de correo.
Hay cosas que no se hablan en las familias.
Dolores antiguos. Secretos. Ausencias. Pérdidas.
Y sin embargo… están ahí.
Se cuelan en las miradas, en los silencios incómodos, en los gestos que se repiten de generación en generación.
Y aunque nadie lo diga en voz alta, tú lo sientes.
Llevas un peso que no es del todo tuyo.
🩹 Heridas heredadas ≠ destino inevitable
En muchas familias se repite un patrón:
Un abuelo que no pudo hablar de la guerra.
Una madre que se tragó la tristeza por años.
Un padre que vivió con rabia constante pero nunca explicó por qué.
Un hijo que vive con ansiedad y culpa… sin saber de dónde viene.
Y el ciclo sigue, si nadie lo rompe.
🧭 Lo que dice el MAT
Desde el MAT, esto tiene mucho sentido.
Estas son algunas emociones auténticas que, cuando no se expresan, se heredan:
Tristeza bloqueada → se transforma en resignación o melancolía crónica.
Miedo negado → se convierte en sobrecontrol o en caos emocional.
Orgullo dañado → da lugar a familias donde el crecimiento está prohibido.
Rabia prohibida → genera vínculos llenos de tensión o sumisión.
Cuando no se reconocen, estas emociones se congelan y se transmiten como formas de “ser” o “sobrevivir”.
🛠️ Herramienta MAT: ¿lo que siento… es mío?
La próxima vez que te sientas desbordado/a en un conflicto familiar, hazte estas preguntas:
¿Este dolor es actual, o resuena con algo más antiguo?
Si se siente “demasiado grande”, puede que no sea solo tuyo.¿Quién más en mi familia vivió algo parecido… y no lo expresó?
Nombrar el origen es parte de liberarse.¿Qué emoción auténtica estoy evitando sentir ahora?
Tal vez sea tristeza. O rabia. O miedo.
Sentirla es el primer paso para no seguir repitiendo la herida.
🔄 Tú puedes romper el ciclo
No con reproches.
No con culpas.
Con conciencia emocional.
Porque cuando tú te permites sentir lo que otros callaron,
cuando eliges vivir en autenticidad,
el linaje cambia contigo.
Las heridas familiares no se eligen.
Pero su repetición… sí.
¿Te ha pasado esto? ¿Has sentido que cargas algo que no sabes explicar?
Si quieres compartir, estoy aquí para leerte 💬
Artículo originalmente publicado en nuestro Substack. Suscríbete y recibirás artículos en tu buzón de correo.
Inspirado en la obra y el legado de Preciada Azancot (1943–2017), creadora del MAT, ciencia del ser humano.
“Cuando respetamos nuestras emociones auténticas, florece lo mejor de nosotros.”
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Hay cosas que no se hablan en las familias.
Dolores antiguos. Secretos. Ausencias. Pérdidas.
Y sin embargo… están ahí.
Se cuelan en las miradas, en los silencios incómodos, en los gestos que se repiten de generación en generación.
Y aunque nadie lo diga en voz alta, tú lo sientes.
Llevas un peso que no es del todo tuyo.
🩹 Heridas heredadas ≠ destino inevitable
En muchas familias se repite un patrón:
Un abuelo que no pudo hablar de la guerra.
Una madre que se tragó la tristeza por años.
Un padre que vivió con rabia constante pero nunca explicó por qué.
Un hijo que vive con ansiedad y culpa… sin saber de dónde viene.
Y el ciclo sigue, si nadie lo rompe.
🧭 Lo que dice el MAT
Desde el MAT, esto tiene mucho sentido.
Estas son algunas emociones auténticas que, cuando no se expresan, se heredan:
Tristeza bloqueada → se transforma en resignación o melancolía crónica.
Miedo negado → se convierte en sobrecontrol o en caos emocional.
Orgullo dañado → da lugar a familias donde el crecimiento está prohibido.
Rabia prohibida → genera vínculos llenos de tensión o sumisión.
Cuando no se reconocen, estas emociones se congelan y se transmiten como formas de “ser” o “sobrevivir”.
🛠️ Herramienta MAT: ¿lo que siento… es mío?
La próxima vez que te sientas desbordado/a en un conflicto familiar, hazte estas preguntas:
¿Este dolor es actual, o resuena con algo más antiguo?
Si se siente “demasiado grande”, puede que no sea solo tuyo.¿Quién más en mi familia vivió algo parecido… y no lo expresó?
Nombrar el origen es parte de liberarse.¿Qué emoción auténtica estoy evitando sentir ahora?
Tal vez sea tristeza. O rabia. O miedo.
Sentirla es el primer paso para no seguir repitiendo la herida.
🔄 Tú puedes romper el ciclo
No con reproches.
No con culpas.
Con conciencia emocional.
Porque cuando tú te permites sentir lo que otros callaron,
cuando eliges vivir en autenticidad,
el linaje cambia contigo.
Las heridas familiares no se eligen.
Pero su repetición… sí.
¿Te ha pasado esto? ¿Has sentido que cargas algo que no sabes explicar?
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Inspirado en la obra y el legado de Preciada Azancot (1943–2017), creadora del MAT, ciencia del ser humano.
“Cuando respetamos nuestras emociones auténticas, florece lo mejor de nosotros.”
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Hay cosas que no se hablan en las familias.
Dolores antiguos. Secretos. Ausencias. Pérdidas.
Y sin embargo… están ahí.
Se cuelan en las miradas, en los silencios incómodos, en los gestos que se repiten de generación en generación.
Y aunque nadie lo diga en voz alta, tú lo sientes.
Llevas un peso que no es del todo tuyo.
🩹 Heridas heredadas ≠ destino inevitable
En muchas familias se repite un patrón:
Un abuelo que no pudo hablar de la guerra.
Una madre que se tragó la tristeza por años.
Un padre que vivió con rabia constante pero nunca explicó por qué.
Un hijo que vive con ansiedad y culpa… sin saber de dónde viene.
Y el ciclo sigue, si nadie lo rompe.
🧭 Lo que dice el MAT
Desde el MAT, esto tiene mucho sentido.
Estas son algunas emociones auténticas que, cuando no se expresan, se heredan:
Tristeza bloqueada → se transforma en resignación o melancolía crónica.
Miedo negado → se convierte en sobrecontrol o en caos emocional.
Orgullo dañado → da lugar a familias donde el crecimiento está prohibido.
Rabia prohibida → genera vínculos llenos de tensión o sumisión.
Cuando no se reconocen, estas emociones se congelan y se transmiten como formas de “ser” o “sobrevivir”.
🛠️ Herramienta MAT: ¿lo que siento… es mío?
La próxima vez que te sientas desbordado/a en un conflicto familiar, hazte estas preguntas:
¿Este dolor es actual, o resuena con algo más antiguo?
Si se siente “demasiado grande”, puede que no sea solo tuyo.¿Quién más en mi familia vivió algo parecido… y no lo expresó?
Nombrar el origen es parte de liberarse.¿Qué emoción auténtica estoy evitando sentir ahora?
Tal vez sea tristeza. O rabia. O miedo.
Sentirla es el primer paso para no seguir repitiendo la herida.
🔄 Tú puedes romper el ciclo
No con reproches.
No con culpas.
Con conciencia emocional.
Porque cuando tú te permites sentir lo que otros callaron,
cuando eliges vivir en autenticidad,
el linaje cambia contigo.
Las heridas familiares no se eligen.
Pero su repetición… sí.
¿Te ha pasado esto? ¿Has sentido que cargas algo que no sabes explicar?
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“Cuando respetamos nuestras emociones auténticas, florece lo mejor de nosotros.”


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